El Carnaval de Santoña quiere volver a presumir de la etiqueta de Fiesta Interés Turístico Nacional. Un título del que gozó hasta 1993, pero que perdió por un cambio en la normativa de esta catalogación, que no se detectó hasta el año 2017. El Pleno ha aprobado en su última sesión solicitar de nuevo este reconocimiento al Gobierno central.
La concejalías de Turismo y Festejos han armado un completo expediente con documentación tanto en formato físico como digital y publicada en medios de comunicación nacional e internacional, que avala que el colorido evento merece esta denominación honorífica. Con la unanimidad de toda la Corporación municipal, se acordó impulsar la petición formal. Un trámite que tendrá como primer destinatario a la Consejería de Turismo, que debe dar su parabién a la solicitud y remitirla, a su vez, al Ministerio de Turismo.
Todos los portavoces políticos del Ayuntamiento de Santoña manifestaron su certeza de que el conocido como Carnaval del Norte cumple «sobradamente» los requisitos exigidos para obtener esta declaración. Por su tradición, historia, trayectoria, singularidad y originalidad.
La concejala de Turismo, Sara Lagarma, explicó que un equipo multidisplicinar ha trabajado durante ocho meses en la confección del expediente, en el que se ha contado con la colaboración, entre otros, de la Asociación Carnaval del Norte, las peñas de Los Vinikis y de Los Rayitos, así como de vecinos que han querido aportar valiosa información de la fiesta, que atesoraban a título particular. A toda esta recopilación, apuntó la edil, ha habido que añadir un plan de difusión y marketing digital, con el que no se contaba, y que exige la orden.
El alcalde, Jesús Gullart, puso voz al documento confeccionado con la exposición de motivos argumentados para recibir la catalogación. «El Carnaval de Santoña con raíces en 1864 es una celebración única y vibrante que ha superado desafíos históricos para convertirse en un evento cultural de gran importancia. Su historia es un testimonio de la resiliencia de la comunidad que mantuvo viva la tradición, incluso durante periodos de prohibición», relató el regidor, en alusión a las épocas de la Guerra Civil y la Dictadura, cuando los vecinos encontraron otras formas de celebrarlo con los bailes de salón en el Teatro Casino Liceo o el festival de la canción santoñesa en 1968.
La recuperación del Carnaval en 1981 marcó un hito en la historia de local impulsado por el movimiento asociativo de las penas locales. «La creación de la comisión Procarnaval que integra a las peñas y al ayuntamiento ha sido clave para la organización y el éxito de la fiesta».
Juicio en el Fondo del Mar
Su originalidad, se incide en la memoria elaborada, radica en el Juicio del Fondo del Mar, donde una sirena enamorada de un besugo, se enfrenta a un juicio satírico, antes de ser quemado en la bahía. Se trata «una representación teatral única que fusiona la tradición marinera con la creatividad y el humor».
Las murgas con su sátira y critica social son otro «elemento clave» que fomenta la participación ciudadana y la expresión artística. «Son el alma y la voz del carnaval. Sus letras ingeniosas y criticas interpretadas con talento y humor son el reflejo de la idiosincrasia local y un valioso patrimonio cultural inmaterial, que las convierte en un referente a nivel nacional».
El carnaval se extiende durante cinco fines de semana, ofreciendo una amplia gama de actividades para todos los públicos. El gran desfile, es otro momento culminante, con la belleza de los disfraces. «Una explosión de color, música y fantasía que recorre las calles de Santoña. Las murgas, comparsas y carrozas despliegan su creatividad y talento en esta cita ».
El carnaval ha evolucionado a lo largo de los años ampliando su duración e incorporando nuevas actividades como jornadas de reflexión y actos culturales y, más recientemente, el Día del Trasmerano, un evento de carácter local que «cada año toma mayor auge y en el que los vecinos se visten con trajes típicos y recrean escenas de la vida cotidiana de antaño».
Entre los motivos para merecer esta etiqueta también se alude al impacto turístico y económico del festejo, «atrayendo a miles de visitantes de toda España y el extranjero y generando un ingreso económico para la comunidad (hostelería, comercio y servicios)». Se alega que «promueve un turismo sostenible y transmite valores culturales importantes como la participación ciudadana, la creatividad y el respeto por la diversidad». El escrito concluye señalando que la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional contribuirá «a consolidar y potenciar este beneficio impulsando el desarrollo turístico y económico de la región».
Fuente: El diario Montañes